Historias de mi vida

cronología  para leer: 

Para ti hijo mío / El amor maduro

A lo largo de mi existencia siempre creí que te había amado, hijo mío.

Creí que te había amado… porque estabas presente y porque sin darme cuenta, pensé que te poseía.

Creí que te había amado… porque recibía mucho con solo verte y porque justificabas gran parte de mi vacío existencial y mi soledad.

Creí que te había amado… porque eras mi hijo y porque me veía a mi mismo en ti.

Creí que te había amado… por muchas razones.

Hoy, vacío y desnudo en mi interior, me propongo y decido que puedo amarte de verdad, amarte de otra forma más auténtica, más real.

Amarte y continuar brindándote mi amor, porque aún estoy en esta vida, de pie frente a ella, aunque mi corazón algunas veces flaquee…

De pie, aunque algunas veces esté cansado…

De pie, aunque no crea ya en efímeras ilusiones.

Decido hijo amarte incondicionalmente, aunque no estés presente, aunque no pueda oírte, aunque no pueda verte.

Decido amarte sin esperar nada de ti, porque soy consciente de que tu presencia es un regalo en mi vida, aunque hoy no estés físicamente.

Decido amarte, porque ahora crezco conscientemente a través de ti en mi interior, y porque ahora más que nunca me he dado cuenta de que eres mi hijo para toda la Eternidad.

Decido amarte por todo y por mil cosas más que no sé expresarte, y por ello me propongo a darte la libertad y mi bendición en este momento para que continúes tu camino en paz, porque me he dado cuenta del absurdo de encadenarte a la posesión egoísta.

Decido amarte hijo permitiéndome la libertad de vivir lo que se me presente, libre de culpas y del sinsentido de reclamar lo imposible.

Hijo, te amo por Amor, simplemente.

@Juan Vladimir

11 noviembre 2006

 

cronología  para leer: 

Para ti hijo mío / El amor maduro

A lo largo de mi existencia siempre creí que te había amado, hijo mío.

Creí que te había amado… porque estabas presente y porque sin darme cuenta, pensé que te poseía.

Creí que te había amado… porque recibía mucho con solo verte y porque justificabas gran parte de mi vacío existencial y mi soledad.

Creí que te había amado… porque eras mi hijo y porque me veía a mi mismo en ti.

Creí que te había amado… por muchas razones.

Hoy, vacío y desnudo en mi interior, me propongo y decido que puedo amarte de verdad, amarte de otra forma más auténtica, más real.

Amarte y continuar brindándote mi amor, porque aún estoy en esta vida, de pie frente a ella, aunque mi corazón algunas veces flaquee…

De pie, aunque algunas veces esté cansado…

De pie, aunque no crea ya en efímeras ilusiones.

Decido hijo amarte incondicionalmente, aunque no estés presente, aunque no pueda oírte, aunque no pueda verte.

Decido amarte sin esperar nada de ti, porque soy consciente de que tu presencia es un regalo en mi vida, aunque hoy no estés físicamente.

Decido amarte, porque ahora crezco conscientemente a través de ti en mi interior, y porque ahora más que nunca me he dado cuenta de que eres mi hijo para toda la Eternidad.

Decido amarte por todo y por mil cosas más que no sé expresarte, y por ello me propongo a darte la libertad y mi bendición en este momento para que continúes tu camino en paz, porque me he dado cuenta del absurdo de encadenarte a la posesión egoísta.

Decido amarte hijo permitiéndome la libertad de vivir lo que se me presente, libre de culpas y del sinsentido de reclamar lo imposible.

Hijo, te amo por Amor, simplemente.

@Juan Vladimir

11 noviembre 2006

 

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